Día 9: Death Valley y camino a Yosemite

Hoy nos despedimos de Las Vegas y ponemos rumbo a Yosemite, pasaremos por Death Valley (el Valle de la Muerte) y por Badwater, el punto que tiene el récord de máxima temperatura de todo el planeta, luego pararemos a dormir en Mamoth Lakes, un largo camino de casi 600 km y, además, al final del camino nos esperaba una desagradable sorpresa que nos haría replantearnos la visita a Yosemite del del día siguiente. Vamos a ello!

Badwater


Hacemos el check-out muy rápido, no son las 9 y Las Vegas duerme. Cargamos el coche con las maletas ya organizadas y ponemos dirección Death Valley en el GPS. 220 km por delante.

El paisaje es cada vez más árido pasando de ver algunos matorrales de tanto en tanto, a la total desaparición de la vegetación en la entrada del parque. Aquí sí las rectas son infinitas y se producen espejismos en el asfalto por lo que dudas de la continuación de la recta o no, a medida que avanzas la carretera vuelve a ir apareciendo pero produce cierto desconcierto al no controlar las distancias que tienes por delante.


La temperatura  a la entrada del parque es de 16º, muy baja para la época que estamos, pero muy agradable para conducir y pasear, poco a poco irá subiendo un poco hasta los 30º, muy agradable para ser el lugar con el record histórico de máxima temperatura alcanzada en todo el mundo. Para seguir con nuestra suerte del tiempo, está nublado y hay truenos, no podrá ser que vaya a llover en medio del desierto? Aquí que llueve 2 días al año!.

No encontramos ningún tipo de control en la entrada del parque, ni nos piden el Annual Pass. Sencillamente pasamos y seguimos adelante buscando nuestra primera parada: Zabriski Point. La vista desde Zabriski point es sencillamente: nada. 

Subida al Zabriski Point, un mirador en medio de la nada
Lo dicho, nada por aquí...
Nada por aquí, nada por allá. Es como una inmensa cantera de piedra de diferentes tonalidades, hasta donde te alcanza la vista. Esto es totalmente contrario a lo visto anteriormente, es el NO paisaje.

...nada por allá
Cogemos el desvío hacia Badwater, el punto record de temperatura más alta de todo el planeta. Es una carreterita de más de 20 km lo que hay que recorrer hasta llegar al gran lago salado seco. Este punto esta 86 m. por debajo del nivel del mar y las placas de sal le dan a la zona un color blanco extraño al reflejar la luz del sol. 

La temperatura en esta zona en esta época no baja de los 35º y en verano ronda los 45 o 50º, hoy tenemos suerte y estamos a 29º, una temperatura muy soportable.

Badwater Basin, el punto con el récord de máxima temperatura del planeta
y seguimos en la "nada"
Siguiendo con mi tradición de llevarme piedras como souvenirs, recogemos una preciosa piedra de sal para la colección.

La sal se acumula en la superficie de Badwater
La siguiente parada será Furnace Creek y para ello tenemos que desandar los 20 y pico kilómetros hasta el desvío. Es pronto cuando llegamos, pero decidimos comer aquí porque no hay otra opción en muchos kilómetros a la redonda y aprovechamos para ver el museo del Borax.

Entrada de Furnace Creek, un oasis en medio del desierto
Máquina de vapor en la entrada de Furnace Creek
Carromatos y carretas del siglo XIX tal cual los vemos en las películas del oeste. Estamos en el viejo oeste!!! Parece todo un decorado de una película. Pienso en cómo llegaron hasta allí los antiguos habitantes de la zona, sin carreteras, sin ninguna infraestructura, sin agua, sin vecinos, en medio de la nada y con un calor de mil demonios. Los viajes desde el punto habitado más cercano tendrían que ser agotadores y larguísimos. Cómo podían vivir aquí! Qué locura!

Locomotora en el museo del Borax 
Molino en Furnace Creek
Carros y carromatos de la época de la fiebre del oro
Furnace Creek está en medio de la nada. Y no tenían GPS, ni mapas! :)

Detalle de la temperaturas máximas alcanzadas: 57º y -9º en Furnace Creek
Comemos en el Buffet y encontramos por primera vez en todo el viaje aceite para aliñar la ensalada! Qué lujo. Y en medio del desierto!

Ponemos gasolina en la única gasolinera que hay en muchos kilómetros a la redonda y la pagamos a precio de oro, casi el doble del lugar más barato, de 2,71$ el galón en territorio navajo, a 5,04$ en Furnace Creek. En fin!


Dirección Mamoth Lakes, 350 km y 150 km aún de desierto. Kilómetros de rectas interminables que forman pequeñas ondas en la carretera como una mini montaña rusa. Tierra árida a ambos lados.


Atravesamos el primer puerto de montaña pelada y pasamos de 30º a 14º. Volvemos a bajar y, en medio de una de las rectas, sorpresa! una pareja de coyotes esperan algo de comida. Están delgaduchos y asustadizos pero les tiramos por la ventana algo de pan que nos queda en el coche y lo devoran. Qué guay, esto no lo esperaba!


Coyote en Death Valley

Seguimos hacia el segundo puerto de montañas peladas y, arriba en el puerto, nos encontramos con el típico árbol del desierto, se le llama Joshua tree y tiene formas curiosas. Era otra de las cosas qué ver en este Death Valley pero habían ido pasando los kilómetros sin verlos y había perdido la esperanza de encontrarlos, pero no, ahí estaban.  Los habíamos encontrado también en Mojave y en la salida de Las Vegas pero al estar en la autopista no pudimos parar entonces, aquí sí, no hubo problema y nos regalamos unas cuantas fotos.



Seguimos con las rectas infinitas


Y poco a poco vamos dejando el desierto atrás y el paisaje empieza a cambiar al llegar a Lone Pine. Las montañas nevadas de Yosemite están frente a nosotros ya, y el amarillo y naranja del desierto va dando paso al verde.



Empezamos a subir hacia Mamoth Lakes donde haremos noche en un hotel chiquitito de montaña, Holidays Haus.

A medida que nos acercamos, unos avisos nos ponen en alerta de lo que va a ocurrir pero no queríamos creerlo. "120 Road closed". No puede ser. La 120 es la carretera también llamada Tioga Pass que atraviesa el parque de Yosemite de oeste a este. Esta carretera está cerrada aproximadamente de noviembre a mayo-junio, y tuvimos la suerte de que abrieran el paso justo el día 3 mayo, con lo cual, estábamos muy contentos de poder atravesar Yosemite. Yo había mirado varias veces desde entonces la página oficial de Yosemite y, efectivamente, ponía "120 Road open" por lo que en ningún momento me preocupé.


Seguimos subiendo hasta Mamoth Lakes y llegamos al hotel y allí la recepcionista nos confirmó lo que temíamos, el Tioga Pass estaba cerrado desde el día anterior, había nevado bastante y estaban limpiando la carretera de nuevo. No sabían cuando abrirían. No me lo podía creer! 6 meses esperando que abrieran la carretera, la abren y, justo cuando tenemos que cruzar, la cierran. Quizás teníamos suerte y abrieran de nuevo al día siguiente, no hay que perder la esperanza, pero esto pinta mal. Y no hay plan B previsto.

La habitación tiene una chimenea eléctrica muy chula y fuera el paisaje está nevado, miramos por la ventana a ver si vemos algún oso, en esta zona es probable encontrarlos, pero no. Hace frío, estamos a 5º, vaya contrastes de temperatura en solo un día. Todo es perfecto y bonito, todo, menos El Tioga Pass cerrado.

Exteriores en Mamoth Lakes
Hotel Holidays Haus
Con el disgusto nos vamos a una pizzería cercana y nos comemos la mejor pizza que me he comido en mucho tiempo, buenísima, típica americana, de masa pan, gordita y repleta de peperoni y carne. Así los disgustos se sobrellevan mejor. En la mesa de al lado una pareja española se encontraba en nuestra misma situación sin acabárselo de creer, la carretera cerrada implica una vuelta de 500 km desde el punto en que estamos para entrar en Yosemite.


Nos acostamos cruzando los dedos esperando un milagro. Pero todos sabemos que los milagros no existen.

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