New York (1): Top of the rock y Times Square

¡Nos vamos a New York!

A veces, sin saber cómo, nos encontramos con agradables sorpresas, y así, sin casi ni programarlo, nos hemos encontrado cruzando el charco 2 veces en menos de 3 meses. La primera vez, en mayo pasado, nos fuimos a la costa oeste en un viaje totalmente de placer y turismo con boda incluida en Las Vegas, ahora, había que combinar placer y trabajo en Nueva York, pero hay tiempo para todo y, esta vez, en familia.

Comparado con las 13 horas del vuelo Madrid-Los Angeles del pasado mayo, las 8 horas y pico de la ida se hicieron más o menos soportables. Creo que con estas terapias de choque, al final lograré no pensar en mis miedos al volar, de hecho esta última vez, no pensé casi en ningún momento cosas raras catastróficas.

¡Pues ya estamos en New York! Para mi es la segunda vez, la primera fue hace unos 17 años cuando aun estaban en pie las torres gemelas, así que, ha llovido bastante desde entonces. Y, desgraciadamente, también ha cambiado el Skyline de New York desde entonces.

New York no es comparable a nada. Es especial. Te atrapa. Y, además, es como una vieja conocida. Cuando llegas allí, es como si ya hubieras estado cientos de veces. La hemos visto tantas y tantas veces en las películas, que es como revivir una de ellas. Aun así es impactante, impresionante y muuuuuuy cansada, porque las distancias son muy grandes y las pateadas importantes.

Nada más llegar, te faltan ojos. Miras a todos lados obsesivamente como si fuera a acabarse el tiempo, como si quisieras entrar a golpe de retina en cada rincón. Andas mirando hacia arriba buscando el fin de los edificios que crecen infinitos hacia el cielo, y andas boquiabierto, atontado, como si llegaras por primera vez a la ciudad proveniente del pueblo como en una película de Paco Martínez Soria. Y alucinas. 

Pero hay que seguir un orden, y primero de todo toca ir a una estación de Metro y comprar la Metrocard, 31$ para viajes ilimitados durante una semana. Si hay que hacer más de 2 viajes al día ya sale a cuenta y nosotros pensamos amortizarla muy bien, porque el metro te lleva a todos lados y tiene una red inmensa que funciona las 24 horas del día. 

El segundo paso fue recoger los cuadernillos del CityPass que llevábamos ya comprados desde casa online, 114 $ para adultos y 89 $ para menores de 17 años. Con el CityPass tienes acceso a las atracciones más "turísticas" de New York (Top of the Rock, Empire State, Memorial 9/11, crucero a la estatua de la libertad, Metropolitan, Museo de Historia Natural...), te ahorras unos dólares si las utilizas todas o una mayoría, y, sobre todo, te ahorras algunas colas en la entrada de las visitas y eso se agradece mucho, mucho. La verdad es que yo esperaba que al ser temporada alta y finales de julio, encontraríamos muchas colas en todos los sitios y me sorprendió gratamente el no encontrar casi ninguna, también es verdad que escogimos horarios no congestionados para la subida al Top of the Rock, Empire State y el One World Trade Center como puede ser el atardecer, pero son impresionante igualmente.

Torre del Rockefeller Center
Recién aterrizados y para empezar la visita que mejor que subir al Top of the Rock para una visión de  360º de New York para ir haciendo boca. Recogimos los CityPass allí mismo y sin una pizca de cola, en un abrir y cerrar de ojos nos plantamos en el piso 70 de la torre del Rockefeller Center. El ascensor tardó lo mismo en subir 70 pisos que el mío de casa en subir 4, increíble.

Las vistas, pues ¿qué decir? por un lado Central Park, un oasis verde y el gran pulmón de la gran ciudad, por el otro una amalgama de edificios que se ven pequeñitos a los lados, un poco más allá, el Empire State Building y el Chrysler y, al fondo, el Financial District con su imponente One World Trade Center, y todo rodeado por un lado por el East River y por el otro por el Hudson River.

Panorámica desde el Top of the Rock, vista a Central Park
Panorámica con vistas sur
Y una vez arriba sólo tienes que sentarte y mirar, y mirar, y volver a mirar. Primero a un lado y luego al otro. Y pensar lo afortunados que somos por estar ahí y poder disfrutar de aquellas vistas. 

Nosotros y el Empire State acompañándonos
Central Park desde las alturas
Las dimensiones de Central Park se pueden ver que son enormes
A la derecha el edificio de apartamentos que será el segundo edificio más alto de New York
Vista desde el Top of the Rock hacia el Financial District y el Empire State
Detalle de la parte superior del Empire State Building
Veo, veo
Jugando con los filtros a falta de atardecer
Unas cuantas fotos más tarde descendimos de nuevo a ras de suelo para seguir con nuestra inicial toma de contacto y pegarle nuestro primer mordisco a la gran manzana.

Y qué mejor para rematar este día tan largo que acabarlo en Times Square, el corazón de New York. 

Panorámica de Times Square
Luces y neones en Times Square
Abarrotado de gente a cualquier hora del día o de la noche y con los personajes más variopintos de la ciudad esperando hacerse una foto con algún turista, Mario Bross, Mickey y Minnie o un Spiderman cojo comparten espacio con unas chicas medio en pelotas sólo vestidas con un sombrero y un tanga, eso sí, con el cuerpo medio pintado con los colores y la bandera de EEUU, muy patriótico y muy friki.

Mario Bross y Minnie buscando turistas para la foto
Chicas muy patrióticas con los colores de EEUU
Otra perspectiva de NY

























Y otra vez, te faltan ojos para retener los colores de los neones, para buscar el anuncio de la Coca-Cola perpetuo en la columna de Times Square, por el que pagan 1 millón de dólares al año, muy barato comparado con el restos de anunciantes debido a un contrato antiguo, para buscar la bola que desciende cada fin de año anunciando un nuevo inicio (por cierto la bola, arriba del todo de una de las columnas de la plaza, parece mucho más grande en la tele, casi casi pasa inadvertida), te faltan ojos para observar a la gente que pasea, que compra, que mira, que hacen fotos, que miran y remiran, que andan despistados o con prisa, que se sientan, que esperan... gente arriba y abajo, gente, mucha gente. 


Lo mejor de Times Square es sentarse y mirar la gente pasar
Panorámica de Times Square
Hola mundo, estamos aquí
Si os fijáis en la foto inferior, en la parte superior de la columna de anuncios está la famosa bola de fin de año con el año 2015 iluminado, pues vamos a dejarla en "bolita" más que "bola" :)

La famosa bola de Times Square de fin de año en la parte superior de la columna de anuncios
Tanto la propia Times Square como las calles colindantes están repletas de gente, luces y movimiento a cualquier hora del día o de la noche.

Calle colindante a Times Square a media noche

Gente, gente y más gente
Y, después de nuestro paseo por las altura y luego el baño de multitudes, cenamos y nos acostamos muertos de cansancio pero contentos de estar en esta ciudad de película.

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